Casi todos los ecosistemas tienen una gran resistencia a las alteraciones y pueden recuperarse. Pero es posible que la agresión sea tan grave que el ecosistema quede alterado irreversiblemente.
Las causas naturales son incendios espontáneos, periodos largos de sequía, terremotos, migraciones, erupciones de volcanes, etc.
Las causas artificiales son la deforestación, los incendios provocados, la introducción de especies extrañas, la caza abusiva y la contaminación por productos pesticidas utilizados en los cultivos, entre otras.
Los ecosistemas pueden sufrir alteraciones naturales y por acción del hombre.1 . Las alteraciones naturales: Forman parte del equilibrio natural y los ecosistemas se recuperan restableciendo el equilibrio original o dando origen a un nuevo equilibrio.Pertenecen a las alteraciones naturales las inundaciones, los deslizamientos de tierras (derrumbes), los huaycos, los hundimientos del terreno (especialmente en zonas calcáreas), los incendios por rayos, las erupciones volcánicas, las alteraciones cismáticas (sequías prolongadas) y el debilitamiento o cambio de corrientes marinas (Fenómeno de El Niño), entre otras causas. Estas alteraciones no son prolongadas, por lo general, y los ecosistemas se recuperan en una sucesión de etapas o establecen un nuevo equilibrio.2. Las alteraciones por acción humana: Son más peligrosas y, si se prolongan por mucho tiempo y en grandes extensiones, generalmente son irreversibles por la extinción de especies que se ha producido y por la alteración del ambiente.